ETCETERA AZUL

Expedición Rizomática

sábado, 5 de marzo de 2011

SER O MER CANCIA

“Hasta para hacer el dinero se necesita agua”

El arte postal nació como resistencia a convertir el arte en mercancía; oposición creativa frente al enrarecido ambiente de las galerías, museos y mercados del arte. Desde sus comienzos el arte postal trascendió fronteras, en espacios alternativos posibilitó acciones rizomáticas y permitió que diversos puntos desde cualquier lugar del planeta se encontraran.

Con su movilidad sin límites consolidó redes de intercambio: con exitosas campañas internacionales a favor de los enfermos del sida, por correo ejerció presión política en la recuperación de la libertad de pensadores encarcelados por las tiranías.

Ahora continúa como tejido activo en búsqueda de un sujeto colectivo, que sin soberanías, ni posturas ideológicas aborde problemas comunes; haciendo desaparecer los centralismos que territorializan el deseo, con formas de represión que deforman los propósitos comunes: el estado actual es ante todo el PODER de ejercer control sobre las comunidades.

Pese al hostigamiento inclemente de la “grey star” con la compra sistemática de periodistas, gestores culturales y políticos; debemos reaccionar en procura de recuperar la autonomía y conservar la vida como eje principal de nuestra realidad geopolítica.

Las mercancías han sido beneficiadas con aparatosas estructuras políticas sumisas, cómplices y han ejercido su protagonismo defendiendo el libre comercio, donde lo económico juega un rol preponderante y favorece el acelerado consumismo que se encarga de convertir todo lo que toca en mercancía.

Lo estatal no promueve espacios de apertura con políticas concertadas en base a nuestros problemas comunes, no los que ellos priorizan e inventan y en cambio deberían asumir una región ampliada con vertientes participativas que desde su potencial humano fortalezca la movilidad de lo afectivo, de lo espiritual, del accionar por la vida, de lo cultural…

Los propósitos comunes deben generar fuertes discusiones sobre el control y priorización del gasto público, ya que como comunidades en permanente devenir merecemos cambiar y mejorar.

El Agua es ahora debate crítico y prioridad dentro de los planes de gobierno de las regiones y tema de consultas populares; los ríos y fuentes hídricas son recursos naturales irrenunciables para las futuras generaciones. El agua no es una mercancía, ni lo fue en la antigüedad; al venderla los estados cobran un derecho fundamental que evidencia una profunda crisis en sus políticas de vida.

Tal como nos vemos somos; por lo tanto, nos están cobrando lo que en esencia somos: AGUA.

Lejos de solicitar una economía paternalista, queremos la defensa del agua y el manejo público de este recurso que debe reflejar la sincronía entre naturaleza, humanidad y gobierno: como inteligencia vital que reconoce en la unidad, el principio de sobre vivencia en la trama de la vida, de cada individuo y de todo estado posible o deseable.

OCTAVIO ESCALANTE

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